lunes, 20 de abril de 2020

HORA LITERARIA 10°_ HAMLET_ SEMANA 2

HORA LITERARIA_ GRADO 10°_ SEMANA 2

HAMLET de WILLIAM SHAKESPEARE 

ANÁLISIS DE LOS SOLILOQUIOS EN HAMLET e INICIO DE REDACCIÓN DEL MONÓLOGO FINAL

Dado que la propuesta para esta segunda semana es, ya entrados en la lectura del texto de Shakespeare, empezar a pensarnos la estructura del soliloquio final de corte que acompañe nuestra fotografía, tendremos que aprender a analizar uno de ellos. Este análisis de los monólogos de Shakespeare nos adentrará un poco más no solo en el entendimiento de la complejidad de sus personajes, sino que también nos ayudará en la elaboración del nuestro, dado que comprenderemos mejor las herramientas que se utilizan a nivel literario y, propiamente, en la dramaturgia.

Para esta semana 2, LA TAREA  a realizar es escoger uno de uno de los monólogos que presenta la obra y realizarle un breve análisis que enviaremos por visualcxi: Fecha de entrega, 28 de Abril. 
Para ello debemos tener en cuenta tres aspectos: 

1. La ubicación:      

En qué parte de la obra se encuentra el monólogo
2. Tema:                    
De los temas vistos previamente, a cual se remite y por qué
3. Características: 
Es el análisis en sí de lo marrado por el personaje. Qué hay detrás de sus metáforas, qué significan, cuales son las  analogías que utiliza; qué nos da a entender el personaje con sus palabras y cuales son las intenciones del  autor.

EJEMPLO DE ANÁLISIS


1. p. 69, acto I escena II

¡Ojalá esta carne tan sólida
Se fundiera y derritiera hecha rocío.
O el Eterno no hubiera promulgado
Una ley contra el suicidio!¡Oh, dios, dios,
Qué enojosos, rancios, inútiles e inertes
Me parecen los hábitos del mundo!
¡Me repugnan! Es un jardín sin cuidar,
echado a perder, invadido hasta los bordes
por hierbas infectas. ¡Haber llegado a esto!
Muerto hace dos meses… No, ni dos, no tanto.
Un rey tan admirable, un Hiperión
Al lado de este sátiro; tan tierno con mi madre
Que nunca permitía que los vientos del cielo
Le hiriesen la cara, ¡Cielo y tierra!
¿He de recordarlo? Y ella se le abrazaba
como si el alimento le excitase
el apetito; pero luego, al mes escaso…
¡No quiero ni pensarlo! Flaqueza, tienes nombre de mujer.
Al mes apenas, antes de desgastar los zapatos
Con los que acompañó el cadáver de mi padre
Como Níobe, deshecha en llanto, ella, ella
(dios mío, una bestia sin uso de razón
le habría llorado más!) se casa con mi tío,
hermano de mi padre, y a él tan parecido
como yo a Hércules; al mes escaso,
antes de que la sal de sus lágrimas bastardas
dejara de irritarle los ojos,
vuelve a casarse. ¡Ah, malvada prontitud,
saltar con tal viveza al lecho incestuoso!
Ni está bien ni puede traer nada bueno.
Pero estalla, corazón, pues yo debo callar.

Este es el primer monólogo importante de Hamlet en la obra. Tras una conversación con su padrastro y su madre, en el que ambos le piden que no vuelva a Wittemberg y permanezca en la corte (al parecer, en contra de la voluntad del propio Hamlet), y en que Claudio le reprocha que se aferre obstinadamente al duelo por su padre, Hamlet queda solo en escena y expresa en este soliloquio la impresión de repugnancia que le ha producido la conversación y, sobre todo, los últimos acontecimientos de la corte danesa. Esta repugnancia es tan intensa, que Hamlet menciona por primera vez la idea del suicidio (o la disolución de su carne: ‘Ojalá esta carne tan sólida se fundiera y derritiera hecha rocío’) como salida posible (si no fuera por sus escrúpulos religiosos: para los cristianos, en particular para los católicos, el suicidio supone desafiar la voluntad divina y es un pecado castigado con la condenación eterna). El mundo le parece un lugar enojoso, rancio, inútil y estéril, y lo compara en una larga metáfora con un jardín invadido hasta el borde por hierbas infectas. La idea de que la conducta de su madre y su padrastro ha traído la degradación y la corrupción a su mundo aparece antes incluso de que reciba la visita del espectro, y procede básicamente de la comparación de la figura noble de su padre (al que compara con el titán Hiperión) con su tío, al que identifica con un sátiro; y por otro lado, de la conducta inconstante, inmoral e incestuosa de su madre, que tras haber dado muestras de sincero amor por su anterior esposo (de quien destaca la delicadeza del trato  que proporcionaba a su esposa) es capaz de expresar afecto y atracción por el segundo en un plazo tan breve.

Es precisamente este súbito cambio de la dirección de los afectos de su madre (reflejada en la idea de que no había tenido tiempo de desgastar los zapatos con que acompañó el cadáver del anterior rey –deshecha en lágrimas- antes de entregarse al nuevo) lo que provoca el primer comentario de Hamlet que revela su desconfianza con respecto a la s mujeres: ‘Fragilidad, tienes nombre de mujer’.    Al final del monólogo, Hamlet introduce la idea de que esa conducta inconstante y esa sustitución de un rey digno por otro casi grotesco es una premonición de males para el reino. La idea de que la corrupción de los reyes se contagia a todo el Estado volverá a aparecer en diversos momentos de la obra.

El discurso previo de Claudio, en el que le reprocha a Hamlet su melancolía, es un conjunto de lugares comunes en torno a la inevitabilidad de la muerte. Pero en él no tiene en cuenta las circunstancias que siguieron a la muerte del anterior rey, su pronta sustitución en el trono y en el lecho de la reina, que es lo que provoca de forma más violenta el rechazo de Hamlet. Revela así, por primera vez, la perversión y manipulación del discurso, que será su característica más importante a lo largo de la obra.  Claudio miente, oculta información e intriga para esconder su crimen y sus auténticas intenciones.

Ahora que ya tenemos un ejemplo de cómo se hace un análisis...pues manos a la obra (literalmente)

SEGUNDO:  CONSEJOS PARA LA REALIZACIÓN DEL MONÓLOGO (Pensando el en monólogo final)


1. En primer lugar, para poder escribir un monólogo interior es necesario que hagas el ejercicio de olvidar algunas reglas que probablemente haz adquirido con el paso del tiempo en el colegio. El monologo interior es un texto que ofrece muchas libertades, entre ellas olvidar algunos aspectos o de coherencia (sentido) y cohesión (orden textual). Así que antes de comenzar, imagina que intentarás transmitir todo aquello que piensas con la misma velocidad e intensidad con que esas ideas llegan a tu cabeza.   El monólogo interior está íntimamente relacionado con la corriente de la conciencia, un ejercicio desarrollado por el movimiento de los surrealistas para dejar que sus pensamientos se vieran reflejados en un texto, sin mayor censura ni planificación.

2. Un impedimento con el que se encuentran los estudiantes de “lengua y literatura” o escritores al enfrentarse a estos ejercicios de escritura es no saber por dónde partir. Para eliminar esos miedos naturales o bloqueos creativos es fundamental que instales un pie forzado. Puedes imponértelo tú mismo o pedirle a alguien más que lo haga por ti, se trata de una palabra u oración que sirva como kick off (puntapié inicial) a tu escritura. Puede tratarse de un concepto abstracto y universal “amor”, “odio”, “soledad”, etc o bien, un concepto más tangible o concreto “madre”, “amigo”, “sujeto amoroso”, etc. Puedes recurrir también a ideas o conceptos más personales. A partir de ese concepto intenta llevar a la escritura los sentimientos, imágenes o pensamientos que te despierta ese pie forzado en específico.

3. El monologo interior funciona tal como funcionarían los pensamientos de una persona, por lo que muchos escritores no utilizan puntuaciones, ni signos de ningún tipo en su escritura. El estilo preponderante es el indirecto libre, por lo que no será necesario que hagas marcas de diálogo ni anuncies la voz de tu personaje con alguna marca discursiva. Intenta ser lo más auténtico posible en ese sentido a las ideas que vayan llegando a tu mente, pues debes ir representando el funcionamiento de la psiquis. Algunos surrealistas apostaban a que a través de este tipo de escritura podían surgir claves para comprender aspectos inconscientes o dormidos. A pesar de ser una escritura inconsciente, si utilizas un pie forzado como el propuesto en el punto anterior, siempre estarás bordeando una idea o habrán palabras que se irán repitiendo de manera regular, estos conceptos se conocen como claves del acontecer. Las claves del acontecer son las relaciones que el monólogo va haciendo con el contexto donde está sucediendo el monólogo, sin estas pistas para el lector entonces se trataría sencillamente de una corriente de la conciencia.

4. En cuarto lugar, haz el ejercicio de escribir sin poner una pausa. Muchos escritores al trabajar el monologo interior en su forma más extrema se llama corriente de la conciencia  utilizan conjunciones y/o conectores para evitar cualquier tipo de corte en el texto. Un ejemplo es el siguiente texto dramático de Sarah Kane.
y sentarme en el escalón a fumar hasta que tu vecino llega a casa y sentarme en el escalón a fumar hasta que vos llegás a casa y preocuparme cuando llegás tarde y sorprenderme cuando llegás temprano y regalarte girasoles e ir a tu fiesta y bailar hasta estar negro y sentirme culpable cuando no tengo razón y contento cuando me perdonás y mirar tus fotos y desear haberte conocido desde siempre (…)”     Fragmento – Ansias (Sarah Kane)

Observa como no existen puntuaciones y hay una preponderancia del conector “y”.

5. Por último, no olvides que el monólogo interior es un ejercicio que resultó sumamente revolucionario para una generación completa de lectores y escritores. Haz el ejercicio de leer y subrayar los distintos monólogos en la obra de Shakespeare. Una forma de mejorar tu propia escritura es haciendo el ejercicio de leer otros textos.

Ahora, veamos un ejemplo de cómo se puede hacer una adaptación de un monólogo de Hamlet. Esta es hecha por estudiantes y aunque no toca problemas tan profundos como lo hace Shakespeare, es una interesante forma de actualizar una obra tan importante:


Finalmente, recuerda dejar tu comentario en este blog con el tema escogido para el soliloquio y la parte del libro en la que va tu lectura. Un gran abrazo.

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